sábado, 21 de mayo de 2011

Un día de clases

¿Qué necesitamos para crecer como nación?


¿Alguna vez te has planteado esta pregunta? Es interesante conocer nuestros hábitos y nuestras costumbres como salvadoreños que somos, y, detenernos un poco a pensar si estos hábitos y estas costumbres nos ayudan a nuestro desarrollo personal y crecimiento como país. Hoy en la clase de Expresión Oral y Escrita, tuve la oportunidad de leer ante mis compañeros la conferencia sobre la Cultura Empresarial Japonesa, y me di cuenta que si comparamos la nuestra cultura con la de  Japón, existe una diferencia enorme.

En Japón, los maestros en las escuelas enseñan a sus alumnos a ser empresarios, muy contrario a nuestra educación, donde los maestros se limitan a transmitir información y no a educarnos para ser emprendedores; esto nos limita a pensar y actuar de manera tïmida y pasiva ante la vida, lo cual nos relega a  depender de las ideas de otros para actuar.

A mi manera de pensar, una buena educaciön es quella, donde se fomentan, predican  y practican los valores.Cosa que no se observa en nuestras escuelas. Basta con observar la conducta de algunos
"educadores" que predican y predican los valores mas como un deber de planificación didáctica que como una convicción personal sobre la necesidad de enseñar y vivir los valores

Segun el documento sobre la Cultura Empresarial Japonesa, que providencialmente llegó a mis manos este día por sugerencias del maestro, la clave para Japón sea una de las potencias mas ricas y más desarrolladas del mundo es la educacion en valores.

¿En quë consisten esos valores? 

  • La honestidad: 
  • La puntualidad
  • La limpieza
  • El respeto
Estos valores son pronunciados tambiën en nuestro païs, lamentablemente no son practicados ni en la escuela ni en la familia. ¿Qué debemos hacer? Involucrarnos todos y todas desde todos los ängulos posibles, para prácticar y para predicar esos valores de qiue tanto carecemos los salvadoreños.


¿Cuäl es la consecuencia de carecer de tan elementales valores? 
Al no ser honestos, no somos dignos de confianza, esto nos impide desarrollarnos como individuos.
Si tenemos el hábito de levantarnos tarde o dejar las cosas para el último momento, esto nos trae como consecuencia perder nuestro trabajo y la confianza para que nos deleguen responsabilidades.
Si no präcticamos hábitos de hígiene y limpieza, no seremos capaces de proyectar una buena imagen personal ni de inspirar confianza.
Y para finalizar, si de algün valor estamos carentes la mayoria de salvadoreños es del valor del respeto, ya no somos capaces ni de respetarnos a nosotros mismos, no respetamos nuestra palabra, no respetamos nuestros compromisos, en fin, no respetamos a nadie, de ahï la crisis que vivimos como país.